El 2 de junio de 2014, el Presidente del Gobierno de España anunciaba ante los medios de comunicación, en el Palacio de La Moncloa (sede oficial de la Presidencia), que el rey de España, Juan Carlos I, le había entregado una carta en la que le informaba de su decisión firme de abdicar. A partir de este hecho histórico, toda la maquinaria político-administrativa se puso en marcha para que pudiera hacerse efectiva de acuerdo a la Constitución de 1978, y garantizar de esa forma que el hasta entonces Príncipe de Asturias asumiera la jefatura del Estado, en calidad de rey Felipe VI. Este importante acontecimiento ha generado diferentes cambios legislativos que afectan no solo a la más alta institución española, sino al conjunto normativo del protocolo de Estado.